Reseña Saint Seiya: Capítulo del Cielo Overture

Selecta Visión puso a la venta en DVD el pasado 27 de Marzo la esperadísima Saint Seiya: Tenkai Hen Jyosô (Saint Seiya: Capítulo del Cielo Prólogo- Apertura), la quinta y última película de la serie. Sirve de epílogo a la saga de Hades, descubriendo qué ocurre con Seiya y sus compañeros después de la gran batalla en loc Campos Elíseos. Dirigida por Shigeyasu Yamaguchi, director de 2 de las películas clásicas, con diseños de Shingo Araki y Michi Himeno. Dura 83 minutos y se estrenó en Japón el 24 de Febrero de 2004. Curiosamente no tiene opening, pero sí un bonito enging titulado Never con música de Nobuo Yamada y letra de Yôgo Kôno.

Los dioses, indignados por los contunios desafíos de Seiya y sus compañeros, deciden tomar medidas drásticas. Artemisa, diosa de la Luna y de la caza, hermana de Atenea, llega acompañada de 3 poderosos ángeles: Teseo, Odiseo e Icaro (quien guarda un improtante secreto). Sus primeras acciones son encerrar las almas de todos los caballeros de oro, los 12, para que no puedan volver a reencarnarse. Artemisa sustituye a Atenea como protectora de la Tierra, ocupando su lugar en El Santuario, controlando al resto de caballeros. Al final de la película también aparece Apolo, dios del sol y hermano mayor de Atenea. Para aquellos que no entendáis la escena final, como catigo a la humanidad, Apolo hace que se empiece de cero, sin la existencia de los caballeros y sin que Seiya y Atenea se hayan conocido. Si aguantáis hasta el final de los créditos, veréis una pequeña escena que muestra qué habría ocurrido si Apolo no hubiese tomado esa decisión.

 

Es sin duda de todas las películas la que tiene un mayor apartado técnico, en la calidad y fluidez de la animación, con fondos y efectos especiales por ordenador muy bien incorporados, y veloces combates. También da más protagonismo a personajes secundarios pero importantes como Marin y Shaina. Otra novedad es que predominan los diálogos con los personajes principales, lo que repercute en que algunos combates sean demasiado cortos, como los de Hyoga y Shiryu, que podrían haber dado mucho más de sí. Aun así, es una gran película, que desvela alguna sorpresa, como quién es el hermano de Marin. También deja una puerta abierta sobre si realmente es un punto y final o si algún día volverán a combatir estos carismáticos e inolvidables personajes.