30 octubre 2012

Dishonored, sigilo y venganza

Después de varios días en los que la cantidad de correo y noticias me habían impedido jugar todo lo que me habría gustado, este fin de semana he aprovechado y terminado por primera vez el que sin duda es uno de los juegazos revelación del momento: Dishonored. Desarrollado por Arkane Studio, está a la venta desde el 12 de Octubre de 2012 para PC, Xbox 360 y PlayStation 3. Acción en primera persona protagonizada por Corvo, Lord Protector y guardaespaldas de la emperatriz. Es asesinada y culpan a Corvo, que buscará venganza y rescatar a la hija pequeña de la emperatiz, Emily. Ambientado en la ciudad de Dunwall, ciudad industrial ballenera que mezcla tecnología y un oscuro misticismo. Se encuentra asolada por la peste y conspiraciones políticas.
Primero felicitar a Bethesda por la completa traducción del juego, tanto textos como voces, realizada por actores profesionales. Destaca también la libertad absoluta y total para movernos por el juego y realizar las misiones. Podemos ir de frente arrasando con todos, o infiltrarnos sigilosamente, realizar la misión y escapar sin ser vistos. Incluso podemos terminar el juego sin matar a nadie, incluso sin ser descubiertos, lo que sin duda será todo un reto, y aumentará la duración del juego. Si decidimos hacer desaparecer a un objetivo en lugar de matarlo directamente, primero tendremos que descubrir pistas de cómo hacerlo en documentos o hablando con personajes secundarios. Todas las misiones tienen alguna ruta indirecta, yendo por tejados, cornisas, farolas, tuberías... Nuestras acciones, buenas o malas, influirán en el desarrollo del juego, las reacciones de los personajes hacia nosotros, o las recompensas que recibamos (o no). También cambiará el final del juego.
El medidor de caos, invisible y que solo se resume al final de cada misión, aumentará si matamos a enemigos, que pueden ser soldados (desde novatos hasta veteranos), perros, tallboys o afligidos (infectados por la peste). Todas las muertes se contabilizarán independientemente si son sigilosas o cuerpo a cuerpo, también las indirectas, si un enemigo cae desde gran altura, aunque esté inconsciente, al agua, o es víctima de las defensas de la ciudad que hayamos pirateado, como torretas o arcos voltaicos. Si queremos pasar desapercibidos, lo mejor es dejar inconsciente a los enemigos y esconder sus cuerpos. Cuidado porque las ratas podrán devorar su cuerpo y también contará como muerte. Hay otros enemigos a tener en cuenta, las ratas solitarias no nos afectarán, las que van en grupos sí. Además de peces (lampreas), y moluscos de río. Hay un momento en el juego en el que recibimos un aviso: con un alto nivel de caos habrá más enemigos y ratas.
Aunque gráficamente hay juegos similares más potentes, el diseño del juego, los personajes, y sobre todo los amplios escenarios son soberbios, gracias al motor gráfico Unreal y sobre todo al trabajo de dirección artística realizado por Viktor Antonov, que ya se ocupó de ello en Half-Life 2. También tenemos total libertad para mejorar y potenciar nuestras habilidades, todas disponibles desde el principio sin tener que cumplir ningún requisito. Para mejorar los poderes sobrenaturales tendremos que encontrar runas, algunas bien escondidas. Otros objetos místicos son los talismanes de hueso, que proporcionarán algunos beneficios.  Con dinero podremos comprar y mejorar armas o accesorios, que obtendremos recogiendo los montones de objetos y monedas dispersos por los escenarios, cajas fuertes y realizando misiones secundarias.
La principal habilidad es el Guiño, que nos permitirá alcanzar cornisas más altas. Otra muy práctica es Visión tenebrosa, que permite ver a los seres vivos a través de las paredes, para vigilar mejor sus rutas de vigilancia. Ojo, si un enemigo hace una ruta y lo eliminamos, otros enemigos se darán cuenta que falta vigilancia por esa zona, y acudirán a cubrir esa falta de vigilancia. Con Posesión podremos meternos en el cuerpo de ratas o peces y así acceder a zonas a las que es imposible llegar, y en nivel 2 incluso podemos poseer personas. Ralentí sirve para ralentizar el tiempo, y en el nivel 2 detenerlo por completo, muy útil para acabar con grupos de enemigos o pasar de ellos sin ser vistos. Sin olvidar Ataque voraz, que invoca a un grupo de ratas que devora al enemigo, ideal para deshacerse de los cuerpos.

Curiosamente es un juego para un jugador, como los clásicos, que os durará más de 20 horas si os dedicáis a ser sigilosos, realizar misiones secundarias, recoger objetos y runas. Se echa en falta que haya cinemáticas, pero es muy absorbente y en mi opinión, imprescindible si os gusta la acción, o el sigilo, o ambas cosas.

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