31 marzo 2009

Wild Life, un shônen didáctico

Wild Life es una de esas licencias de Norma más desconocidas por el aficionado medio. Casi todo el mundo sabe que se trata de una especie de GTO con un veterinario de prota... y poco más.

Wild Life narra las peripecias de un gamberro al uso, Tessho Iwashiro, que gracias a su oido prodigioso y a su enorme respeto a los animales, además de su enorme corazón latente, se convierte en veterinario casi por accidente. A partir de ahí ingresa en una clínica veterinaria muy especial, donde pasa al departamento Wild Life, dedicado a aquellas especies de animales "no tan comunes" (vaya, nada de animales domésticos).

Lo interesante de Wild Life es, aparte del carisma de sus personajes, es la forma tan amena de mostrarte curiosidades sobre el mundo animal (por ejemplo, el por qué los osos panda comen Bambú, o situaciones peliagudas como una tortuga que acaba con un agujero en su caparazón) e incluso dosis de crítica político-social (el autor da su punto de vista sobre el peliagudo tema de la caza de ballenas en Japón, y aporta algo de luz en todo este tema, hecho que es de agradecer, puesto que en occidente desconocemos completamente el punto de vista de un japonés en este tema), algo que de por sí es un gran aliciente para todos aquellos amantes de los animales. Wild Life además contiene dosis de comedia pura y dura, si bien puede decepcionar a aquellas personas que esperen "desternillarse" de risa, no siendo tan brillante en este aspecto, y contener bastantes tópicos del género, aspecto que se ve equilibrado por un gran carisma en sus personajes.



Gráficamente la serie cumple, el diseño de personajes quizás no resulte demasiado atractivo, pero el autor tiene bastante personalidad en este aspecto -aunque en algunos diseños, especialmente los de las protagonistas femeninas, quizás desmerecen al conjunto-. Los animales resultan simplemente kawaiis (especialmente la mascota del protagonista, Chucho) sin perder ese toque de realismo del todo.

Wild Life contó además con una adaptación a imagen real que tuvo un trágico incidente, que fue determinante en la cancelación de la serie: fallecieron dos jirafas en el lugar de la filmación, al parecer provocada por la separación de dos jirafas, madre e hija, hecho que desembocó en estrés por parte de ambas y provocó, supuestamente, su fallecimiento (son hechos que resultan paradójico en contraste con el carácter del protagonista del manga), y que provocó que la serie no se llegase a estrenar.

El manga consta de 26 tomos, y al parecer de forma contraria al autor: fue cancelada, por motivos desconocidos. Pero aún así merece la pena acercarse al mundo de Wild Life, a fin de cuentas, lo importante en una historia, es lo bien que te lo pasas con ella o lo que te aporta, no lo bueno o malo que sea su final.

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