Un año después del lanzamiento del primer volumen de Don Miki Especial Serie Negra, que daría lugar a toda una serie de especiales de Don Miki (con el último número dedicado a los samuráis, y que ha sido lanzado en este Salón del Manga de Barcelona), la línea manga y Disney (una combinación de términos que no termina de agradar a todos los aficionados al manga y que merecería un estudio aparte), Patomas, Alias, Jungle Town, Wizards of Mickey, un Indiana Goofs y el primer volumen de la Biblioteca Carl Barks, podemos hacer un pequeño balance de lo que ha significado este año para los amantes de los buenos cómics Disney.
[caption id="attachment_91" align="aligncenter" width="229" caption="Una gran cabecera y portada para una vuelta a empezar... Del maestro Tito Faraci"][/caption]
Primero pongo en antecedentes: hace más de 2 décadas, existe un semanario que marcaría a toda una generación: Don Miki. Dicho semanario se dedica a recopilar fundamentalmente historietas de autores italianos -no en balde, se puede considerar a Don Miki, la edición española del semanario Topolino, que en la actualidad sigue publicándose en Italia, con un diseño idéntico-, la inmensa mayoría excelentes. Montena es la editorial encargada de este semanario (más atrás quedaría Dumbo y otras publicaciones bastante más antiguas), que al cerrar, deja paso a Primavera, quien continuaría con la cabecera Don Miki, para pasar a publicar casi una docena de revistas diferentes en torno a los cómics Disney.
Primavera terminó desapareciendo unos 2 años después (de publicar cada vez más cosas, hasta el punto de que un quiosco llegaba a parecer Disneyland, a cerrar y no publicarse nada), y si bien, Ediciones B y otras editoriales siguieron sacando publicaciones esporádicas, no es hasta este momento cuando una editorial, Planeta, decide retomar esa mítica cabecera Don Miki, primero con estos especiales, que consisten en recopilaciones/selecciones realizadas en Italia y consideradas por la editorial española como una gran oportunidad de captar a ese público de antaño, y a nuevo público infantil.
No obstante, no queda del todo claro que Planeta haya intentado con estos movimientos, captar público infantil: la tirada de Don Miki está siendo "de risa", no todas las librerías tienen estos materiales, y las que lo tienen apenas cuentan con 1 o 2 ejemplares a lo sumo. Además, el precio es cualquier cosa menos popular. Eso si no contamos con el tomo 1 de la Biblioteca Carl Barks, quizás el autor (norteamericano en este caso), 25 euros del ala, cualquier cosa menos algo que un chaval se podría permitir, o su padre le compraría, por lo que da la impresión de que Planeta no termina de definirse: ¿adultos nostálgicos y coleccionistas? ó ¿chavales?
[caption id="attachment_92" align="aligncenter" width="204" caption="Biblioteca Carl Barks, una edición de lujo a un precio quizás excesivo"][/caption]
Pero Planeta parece que está aprendiendo la lección y tiene el campo de batalla abierto por 3 líneas diferentes, a) la del coleccionista ó adulto con esta última colección mencionada o publicaciones como Jungle Town o La Última Batalla del genial Tito Faraci (una oportunidad de descubrir al autor en personajes no disneyanos), b) la de los niños que comiencen a leer tebeos, con la inmediata edición de la revista Pato Donald, a un precio popular, y con historias danesas e incluso historias del genial Carl Barks y c) esas publicaciones que no saben a qué público se terminan de dirigir... Don Miki Especial sin ir más lejos, Patomas o Don Miki Story, con las mejores historias del semanario de los 70 y 80. Esperemos que Planeta se termine de definir con más claridad, y sobre todo, que siga editando material de calidad, que es lo importante a fin de cuentas, que es lo único que preocupa al que suscribe: esas escasas tiradas (todavía no he encontrado UN solo ejemplar de Patomas en mi ciudad, Granada), espero que encuentren la fórmula y esto no se quede en un espejismo.
No obstante, hay un factor determinante en las ventas de este tipo de tebeos... los quioscos. Es increible como han llegado a desaparecer de los quioscos españoles los tebeos. Lo que para muchos niños era un referente a la hora de comprar, las ojeadas curiosas en este tipo de puestos, ya no existen.
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