Wargaming estrenó ayer esperado World of Warplanes, MMO free-to-play (multijugador masivo online gratis) para PC (este enlace). Es un juego de combates aéreos, y aunque está disponible la versión completa, seguirá creciendo con nuevo contenido, naciones, aeronaves y modos de juego. Podremos jugar en combates de 15 contra 15, eligiendo entre 4 clases distintas de aviones de guerra: los veloces cazas, capaces de entrar en combates aéreos de corto alcance. Los cazas pesados, con muy buen blindaje y capaces de realizar mortales ataques directos. Aviones de ataque terrestre, capaces de lanzar bombas y otro tipo de armamento para destruir los objetivos terrestres mejor protegidos. Y los cazas de portaaviones, ideales para los combates aire-aire, ataques terrestres y misiones de reconocimiento.
Más de 4.5 millones de jugadores han participado durante la beta de desarrollo y prueba del juego. La versión completa tiene más de 100 vehículos de Alemania, la Unión Soviética, EE.UU., Japón y Reino Unido. Cada avión de guerra dispone de múltiples opciones de personalización por módulos que permiten retocar las armas, el tipo de munición, los motores y más tipos de componentes del avión. Estos componentes se pueden combinar para que los jugadores doten a sus pájaros de guerra con todo lo necesario para cualquier ocasión. Más adelante irán añadiendo nuevos contenidos, naciones, aeronaves y modos de juego.
Las sensaciones que he tenido tras las primeras horas a los mandos de estos pájaros de acero han sido estupendas. World of Warplanes es bastante más complejo que su compañero World of Tanks. No es un simulador de vuelo, ni mucho menos, y la verdad, el movimiento en tres dimensiones no es tanto más complicado que en dos… Yo todavía no me he estrellado… Salvo “involuntariamente” con mi primera víctima. Recibes alertas de baja altitud y entrada en pérdida que te permiten rectificar, con sobrado margen.
Ha sido una sorpresa ver que en vez de haber oro hay una divisa no comprable que se genera a un ritmo más lento que la experiencia y la experiencia libre, pero que después de todo, te permite disfrutar de sus beneficios.
El problema llega en los combates, ahí está el meollo del asunto. Para empezar, la importancia del juego en equipo es mucho más importante que en World of Tanks. En el aire no puedes parapetarte en unas ruinas, ni esperar con llegar por sorpresa a la base enemiga. Entre tus enemigos y tú sólo hay aire, tu habilidad, y con suerte tus compañeros. Adaptarme al sistema de disparo me ha costado mucho, por la dificultad de disparar en movimiento tridimensional a un objeto moviéndose también en tres dimensiones, ¡y muy rápido! Aunque he de reconocer que la ayuda al disparo, con el sistema automático de predicción de trayectoria del enemigo es muy útil, así como la presencia de cursores en la pantalla indicándote la proximidad y dirección de los enemigos, aparte del mapa radar similar al de World of Tanks.
Las posibilidades de desarrollo de los aviones son más limitadas y sencillas, no teniendo que hacer tanto cambalache ni tienes que desarrollar suspensiones para soportar el peso de la torreta que te va a permitir instalar el nuevo cañón en tu tanque. Aquí tienes motor, chásis y cañón, aparte de los equipos y las opciones como equipar bombas, metralleta de defensa, y muchas posibilidades más. El desarrollo de la tripulación es más rápido, pues la tripulación de los aviones de tier 1 comienza con la habilidad que selecciones al 50%; un gran acierto; posteriormente anuncian que se irán desbloqueando más habilidades.
Los parámetros que definen cada máquina, aparte del armamento son básicamente maniobrabilidad, velocidad y puntos de vida. Un gran acierto es que en la pantalla en la que carga la batalla y ves la composición de los equipos, pinchando sobre cada avión, con una escala de colores puedes ver una comparativa de tu avión con los rivales, muy útil cuando todavía no has memorizado todos los datos técnicos de cada uno de los aviones del juego. También hay que indicar que hay tres tipos de aviones: caza, caza pesado, y un avión de ataque, o bombardero.
Hay muchos detalles que dan mucho encanto y realismo al juego: El motor se sobrecalienta. No tienes que dar ninguna tecla para avanzar, pero si estás en problemas, puedes forzar la bestia al límite; con los cañones pasa lo mismo, también se sobrecalientan; no es la misma explosión la que tienes al caer al agua que al suelo, al ser acribillado que al chocar con otro avión. El juego incluye las instalaciones terrestres, que pueden estar dotadas o no de inteligencia artificial, y que pueden ser destruidas igualmente.
Si World Of Tanks te puede mantener en tensión mientras intentas detener el avance de una columna de acorazados o te mueves sigilosamente para no ser presa fácil de la artillería, o esperas pacientemente con tu cazacarros en cobertura, la principal sensación que define World of Warplanes es el subidón de adrenalina, de subir, caer en picado y hacer maniobras imposibles mientras haces lo posible por huir del fuego de los cazas que te hostigan. Un gran juego, muy distinto de su hermano, pero igualmente recomendable. Espero que tenga el éxito que se merece y que en breve podamos disfrutar del tercer miembro de la saga: World of Warships. Próximamente publicaré un avance sobre ello.
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