Tokyo Summer of the Dead es una miniserie de 4 tomos de Siichi Kugura. A través de cuatro tomos, el prometedor mangaka Shiichi Kugura desarrollará una historia en la que quedará patente su pasión por el género zombi. También responsable de Zombie Comic Anthology e implicado en la creación de los mangas basados en la famosa saga de videojuegos Persona,
Tokio sufre un brote zombi y Semeya y Minamori pronto se ven rodeados de muertos vivientes. Al principio, los dos se atrincheran en casa, aunque pronto se ponen en marcha en busca de ayuda o de un nuevo refugio. Pero las cosas no tardan en complicarse de nuevo…
La edición es similar a la original japonesa, con 160 páginas en blanco y negro por tomo, excepto el cuarto que tiene 144. Mantiene las onomatopeyas originales y la traducción es de Ángel-Manuel Ybáñez.
Ambientada en Tokio en actualizad, comienza un rote zombi que no sabemos cómo ha ocurrido. Los principales protagonistas son Yû Someya, un estudiante universitario de 20 años que da clases particulares y su joven alumna de instituto, Ikuse Minamori.
Al principio se atrincheran en casa, pero al quedarse sin provisiones, y preocupados por los padres de Someya, deciden ir a investigar. Por el camino encuentran calles llenas de zombis que devoran a gente sin que el ejército o la policía lo impida. Rescatan a la pequeña Sayo Mishima y llegan a un nuevo refugio, nuevamente deben huir y deciden ir a un centro para supervivientes, el Tokyo Dome. Por el camino conocerán a más supervivientes que se unirán al grupo, algunos sobrevivirán y otros no.
Las historias de estos personajes se intercalan con las de Rio, Kiyo y Azuha, tres jóvenes estudiantes que también sobreviven como pueden en un centro comercial, que pronto es invadido también por los zombis. El primer tomo no cuenta demasiado y es prácticamente una introducción de los personajes principales, aunque sí aparecen muchos zombis y el dibujo es bueno, destaca el contraste de los suaves diseños de las protagonistas, con el grotesco dibujo de algunos zombis, algunos aparecen con miembros rotos e incluso en llamas.
Sorprende la facilidad con la que algunos son atrapados por los infectados. O que en algunas ocasiones se encuentren con personas y no se fijen en que son muertos vivientes hasta que los tienen encima. Tal vez para dar más emoción a la historia. Al final del tomo uno se incluye una curiosa historia corta de 20 páginas titulada Boca de Dragón, que nada tiene que ver con los zombis.
Tokio sufre un brote zombi y Semeya y Minamori pronto se ven rodeados de muertos vivientes. Al principio, los dos se atrincheran en casa, aunque pronto se ponen en marcha en busca de ayuda o de un nuevo refugio. Pero las cosas no tardan en complicarse de nuevo…
La edición es similar a la original japonesa, con 160 páginas en blanco y negro por tomo, excepto el cuarto que tiene 144. Mantiene las onomatopeyas originales y la traducción es de Ángel-Manuel Ybáñez.
Ambientada en Tokio en actualizad, comienza un rote zombi que no sabemos cómo ha ocurrido. Los principales protagonistas son Yû Someya, un estudiante universitario de 20 años que da clases particulares y su joven alumna de instituto, Ikuse Minamori.
Al principio se atrincheran en casa, pero al quedarse sin provisiones, y preocupados por los padres de Someya, deciden ir a investigar. Por el camino encuentran calles llenas de zombis que devoran a gente sin que el ejército o la policía lo impida. Rescatan a la pequeña Sayo Mishima y llegan a un nuevo refugio, nuevamente deben huir y deciden ir a un centro para supervivientes, el Tokyo Dome. Por el camino conocerán a más supervivientes que se unirán al grupo, algunos sobrevivirán y otros no.
Las historias de estos personajes se intercalan con las de Rio, Kiyo y Azuha, tres jóvenes estudiantes que también sobreviven como pueden en un centro comercial, que pronto es invadido también por los zombis. El primer tomo no cuenta demasiado y es prácticamente una introducción de los personajes principales, aunque sí aparecen muchos zombis y el dibujo es bueno, destaca el contraste de los suaves diseños de las protagonistas, con el grotesco dibujo de algunos zombis, algunos aparecen con miembros rotos e incluso en llamas.
Sorprende la facilidad con la que algunos son atrapados por los infectados. O que en algunas ocasiones se encuentren con personas y no se fijen en que son muertos vivientes hasta que los tienen encima. Tal vez para dar más emoción a la historia. Al final del tomo uno se incluye una curiosa historia corta de 20 páginas titulada Boca de Dragón, que nada tiene que ver con los zombis.
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